Sexualidad y 3ª edad
“Somos sexuales desde que nacemos hasta que morimos, porque el sexo tiene que ver con las sensaciones y no dejarnos de sentir nunca” (La vida empieza hoy)
A menudo olvidamos que las personas mayores tienen
necesidades sexuales y por tanto la necesidad de tener sexo o practicar la
masturbación.
Es evidente que con el paso del tiempo la sexualidad
cambia y el deseo no está tan presente, porque físicamente cambiamos y nuestra
actividad hormonal no es tan intensa. Las personas que trabajamos con
ancianos/as debemos hacerlos conscientes y transmitirles que el sexo es algo
natural, que no hay que sentirse mal por tener deseo sexual y apoyarles en la
aceptación del paso del tiempo por su físico.
Está comprobado que las relaciones sexuales favorecen
la salud emocional y física, con éstas se fortalece el corazón y se liberan
hormonas que provocan bienestar en nuestro organismo, además es una buena forma
de reducir el estrés y expresar sentimientos, por lo que fomenta nuestra
autoestima y bienestar mental.
Es cierto que cuando hablamos de sexualidad y
envejecimiento debemos diferenciar entre hombres y mujeres, por ejemplo, en las
mujeres cuando aparece la menopausia, normalmente se comienzan a sentir
molestias en las relaciones sexuales y el deseo comienza a disminuir. Esto, a
menudo, provoca que la mujer a estas edades no desee comenzar una relación
sexual aunque no significa que una vez iniciada se impliquen de igual manera
que el hombre. En el hombre el envejecimiento afecta a sus niveles de
testosterona, a menudo presentan dificultades para tener erecciones y la
eyaculación es más lenta, pero su deseo sexual sigue presente.
Generalmente estos aspectos a son desconocidos por
los/as cuidadores/as y aunque es posible que les incomode hablar del tema,
tienen que ser conscientes de que es un aspecto influyente en el bienestar
físico y mental de las personas mayores, por lo que es importante educarles
sexualmente y transmitirles que hay afecciones que afectan a la sexualidad y
que son inevitables con la edad, pero que existen diversas formas de satisfacer
su deseo sexual. En este sentido es importante aconsejarles que hablen con su médico,
quien podrá poner remedio a las afecciones que afectan a la sexualidad, así
como con la pareja a la que deben contar como se sienten, que ilusiones o
inquietudes tienen respecto al sexo y que esperan de sus encuentros sexuales. Esto
facilitará y mejorará las relaciones y hará que se abran a descubrir cosas
nuevas.
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