Los mayores y el calor


El calor en exceso y en intervalos largos puede producir efectos perjudiciales para la salud de las personas, especialmente para enfermos crónicos, niños y  personas mayores.
En el caso concreto de la personas mayores, les afecta más porque con la edad se pierde la habilidad para regular la temperatura corporal. El calor se percibe de forma diferente y se transpira menos, de manera que el organismo no reacciona ante las altas temperaturas tan eficazmente como en la juventud. Asimismo, la piel de las personas mayores es más fina y no ofrece tanta defensa contra los rayos UVA.
Las enfermedades crónicas cardíacaspulmonares o del hígado, así como los medicamentos para tratarlas (diuréticos, hipotensores, broncodilatadores, etc.) también modifican la capacidad del organismo para luchar contra temperaturas extremas.
De igual manera, las personas con trastornos cognitivos, como la demencia o accidentes vasculocerebrales, pueden no ser aptos de poner remedio a sensaciones tan básicas como la sed, o ni siquiera de explicar a los demás sus molestias. En algunos casos, incluso pueden no llegar a sentir el calor como tal.

Desde Fiss os damos algunas recomendaciones para evitar los golpes de calor.
Protegerse del calor.
·         Evitar salir a la calle en las horas más sofocantes del día.
·         Cubrirse la cabeza con un sombrero o gorra y vestirse con ropa ligera y colores claros.
·         Cerrar  persianas y echar los toldos de las fachadas expuestas al sol.
·         No hacer esfuerzos demasiados grandes cuando esté haciendo mucho calor.
·         Permanecer en  la sombra mientras se esté en la calle.

Es importante Refrescarse.
·       Beber bastante agua y con asiduidad (al menos 2 litros diarios), aún  no teniendo sed, e ingiere alimentos con frecuencia.
·         Dúchate frecuentemente durante el día o humedécete con paños mojados.
·         Evita el alcohol, las bebidas con cafeína y las comidas calientes.
·    Aumenta el consumo de frutas de verano y verduras (gazpachos ligeros y ensaladas frías) para recargar el organismo de sales minerales.
·         Mientras estés en casa permanece en la sala más fresca.
·         Las habitaciones de la casa deben disponer de persianas o toldos en las ventanas o balcones.
·         El frigorífico debe estar en perfecto estado de funcionamiento.

Si hay algún problema pide ayuda e información.
·         En tu Centro de Salud si estás tomando algún medicamento.
·         Si tienes síntomas no habituales o que hagan preocuparte, consulta a tu médico.
·        Si  nota indisposición por el calor, pida ayuda a un pariente o a un vecino. Si tiene más de 65 años y vives sólo, es importante que alguien cercano contacte contigo al menos dos veces al día. Si no tienes a nadie cercano, llama a los Servicios Sociales de su Ayuntamiento. Infórmate del estado de salud de las personas vecinas que viven solas y ayúdales, poniéndoles en contacto con los Servicios Sociales de su localidad.

Si necesita más ayuda o información llama al 112.

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